lunes, mayo 26, 2008

...el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará। Isaias 35:८


Estamos muy de acuerdo que el camino del Señor no es un camino fácil, en ningún minuto nos prometió un alfombrado y llano camino al contrario la lucha es diaria y feroz, pero vamos creciendo y ganando experiencia.
Llegamos a tal punto que podemos enseñar a otros, y vamos pasando de nivel y logrando un "status" enfermizo dentro de nuestra congregación.
¿Por qué enfermizo?, Si, porque no solo queremos nosotros gozar de ese nivel y de la buena opinión y consideración de nuestros hermanos, buscamos a aquellos "potenciales" que podrán seguir nuestro legado.
Y que hay que aquellos, que a duras penas se mantienen en nuestras filas, que hay de esos que su fe claudica y que nadie les presta auxilio, lamentablemente hoy sin seguir el LEGADO de amor de nuestro Señor Jesucristo, como un pastor amante tras esa oveja perdida y lastimada, usamos nuestros dones solo para vanagloria y no para servir a quienes si lo necesitan.
Se ha cerrado un clan de los "fieles" esos que están en todas las misiones y cada mes aparecen encomendados en alguna labor espiritual, que siempre en sus bocas hay una palabra de reprensión, pero nunca de aliento a aquellos mas débiles. No se deja entrar al joven que es escuálido en asistencia, al contrario, su inasistencia no lo hace digno de ninguna tarea, los hermanos mayores no se alegran cuando aparece un Hno. que hace mucho tiempo no veían se acercan a de alguna manera ahondar en el por qué de su inasistencia.
Es tan ilustrativa la palabra de Dios cuando nos muestra aquel padre que esperaba al pródigo cada día por si el volvía, salimos corriendo a colgarnos en el cuello de aquel débil, de aquel que va decayendo en el camino.
Jesús estando en la Tierra, dijo que los sanos no necesitaban medicina sino los enfermos ante el reproche de muchos al verlo con los publicanos y los llamados "indeseables".
Su palabra nos dice "Diga el débil fuerte soy".
Nuestra grandeza no es cuando hemos crecido en su gracia y estamos llenos de ella sino, cuando la gracia del buen pastor brota con amor cariño para que lo cojo no se salga del camino y para sanar a la oveja perniquebrada y triste de espíritu.
Los ojos de Cristo se llenan de amor ante el débil... amémonos pues sin fingimiento
Y en el sentir de Cristo Jesús, que siendo en forma de Dios no tuvo ello como cosa a que aferrarse, sino que dio su vida por nosotros sin esperar a cambio nada nuestro pues nada había bueno en ti y en mi.

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