जुवेंतुद दिविनो तेसर...'

Juventud divino tesoro...?

El corazón joven alberga sueños y anhelos, sobretodo cuando es un corazón que tiene a Jesús en su centro, proyecta con el deseo de beneficiar a otros con sus dones.
Hoy soy un observante de las actividades que la juventud de nuestra Iglesia tiene.
Y muchas veces me hundo en tristeza al ver como las ideas, que estos tienen son ahogadas y no consideradas.
Si sólo por un instante diéramos cabida a lo que ellos desean, como IEP nos sentiríamos dichosos de ver cuanto potencial y futuro de evangelización tenemos, cuantos de ellos han visto a los perdidos no sólo como perdidos sino como a "almas que salvar", cuantos han deseado llegar con un vaso de café a aquellos que en las noches se pierden y tras ello, llevar la palabra de Dios, pero no han sido acogidos ni escuchados y menos considerados, sino que ahí quedan y pasan y luego se les reclama su pasividad, pero sin motivación quien puede avanzar.
Cuantas veces nuestra juventud llega abatida al templo temiendo por su futuro, buscando un consejo y palabras de aliento buscando el rostro amable y cariñoso de Cristo, pero nuestras congregaciones aumentan su carga reprochándoles su inestabilidad, su inconstancia. Les invito a todos ellos que han criticado a la juventud que recuerden que el diario vivir de ellos es luchar contra drogas, homosexualidad, abusos y ellos buscan en la casa de Dios venir a Adorar libremente a Jesús con el vigor que sólo la juventud puede permitir.
Porque no sólo el adulto llega cansado y trabajado a la casa de Dios también el joven.
Pongamos oído a nuestra juventud y constataremos de cuanta fuerza poseen para empujar el carro del evangelio.